Emiliana obtiene el Robert Parker Green Emblem y se posiciona como líder global en sostenibilidad vitivinícola
Un importante reconocimiento obtuvo Emiliana al ser distinguida con el Robert Parker Green Emblem, premio que resalta el inquebrantable compromiso de la viña con prácticas sostenibles, que van más allá de lo convencional y que la posicionan como líder global en sostenibilidad vitivinícola.
El Green Emblem, no solo reconoce a bodegas que tienen certificaciones orgánicas o biodinámicas, si no que destaca a aquellas viñas que son verdaderas embajadoras de la sustentabilidad, resaltando sus esfuerzos por promover la salud ambiental a largo plazo, fomentar la biodiversidad y abordar temas sociales vinculados a la producción del vino.
“El Green Emblem es un reconocimiento a nuestra dedicación y convicción de que la agricultura orgánica y biodinámica es la llave para lograr vinos de calidad. No tenemos dudas que en un futuro cercano, la forma de entender la agricultura y los vinos, va a ser así, por lo que estamos orgullosos que en Emiliana ya llevemos mucho avanzado. La lista de bodegas que tienen este reconocimiento son pocas, y algunas son las mejores del mundo, así que este no es solo un logro para Emiliana, sino que también para Chile”, sostuvo Noelia Orts, enóloga de Emiliana.
Rara vez se entrega el Green Emblem, y solo después de una cuidadosa consideración por parte del revisor. Una vez que una bodega recibe esta distinción, todos sus vinos llevan el símbolo Robert Parker Green Emblem, facilitando a los consumidores a reconocer los vinos que son producidos de manera sostenible. El creador de esta distinción es el destacado crítico de vino Robert Parker, reconocido mundialmente por su extenso trabajo en la cata y puntuación de vinos, especialmente a través de su publicación Wine Advocate.
Por su parte el Gerente General de Emiliana, Cristián Rodríguez, destacó el reconocimiento y lo orgullosos que están en la viña, ya que ratifica la senda trazada por Emiliana hace 25 años. “Reconoce el incansable esfuerzo que hemos hecho en términos orgánicos, biodinámicos, hoy regenerativo, y sobre todo en el aspecto social. Asimismo, reconoce un proyecto a escala, es decir, un proyecto de más de mil hectáreas, y que demuestra que sí se pueden producir vinos de una mejor manera, de calidad, sin dañar el medio ambiente y comprometidos en ayudar y regenerar el ecosistema”, agregó.
Viña Emiliana cumple 25 años desde que se realizara en 1998 una de las innovaciones más gravitantes para la industria vitivinícola chilena al convertir el 100% de las mil hectáreas a la agricultura orgánica. Hoy es la viña orgánica más grande del mundo.